Me decidí a participar al proyecto europeo Leonardo después de mi graduación en marzo porque quería ponerme en juego y porque, después de años de estudio, tenía un gran deseo de trabajar, de integrarme en una empresa seria y de tamaño mediano.
Desde el principio me recibieron con amabilidad, respeto y confianza, con lo cual me he sentido parte del personal de la escuela. El ambientación joven me ha estimulado mucho, he trabajado con varios departamentos del instituto para que yo pudiera aprender un montón de cosas sobre el progreso y la gestión de una empresa. Primero trabajé con cuestiones de marketing y asuntos administrativos, en recepción, he revisado la página web y el blog de la escuela con traducciones asociadas en varios idiomas. Más tarde, sin embargo, me he ocupado de una tarea que más se acerca a mis gustos y mis estudios: me he encargado de la agenda semanal de las actividades extra-escolares y me he relacionado principalmente con estudiantes extranjeros, alumnos de la escuela. Con ellos nos fuimos por la tarde y participamos a numerosas excursiones en los pueblos cerca de Valencia … ¡Han sido para mí días únicos e inolvidables!
Trabajar en una escuela de idiomas llena los días y hace que el trabajo nunca sea aburrido y rutinario. Se percibe que el mundo es diferente, pero con la gana de hacer, se puede llegar muy lejos. Yo personalmente recomiendo a todos los chicos de mi edad que se vayan fuera de su propio país para disfrutar de una experiencia única de trabajo y humana, que enriquece la vida para siempre. Además, si una persona tiene una personalidad alegre y abierta, tiene gravedad, el deseo de aprender y la voluntad, ¡no puede no elegir la escuela AIP de Valencia como sede para hacer su propia práctica!